A todos nos inspira a la hora de crear un trabajo -el que sea- ciertos estudios de desarrollo, artistas, escritores o cualquier otro grupo selectivo. No es una novedad. No es extraño y mucho menos os acabo de dar la solución a cualquier duda que tuvierais, sólo basta pensar, pongamos en un videojuego, para darse cuenta de donde ha tomado ciertos parámetros, y eso es algo que podemos comprobar en el nuevo título de Flying Wild Hog.
El estudio responsable del remake otorgado a ‘Shadow Warrior’ vuelve con ‘Juju’, un plataformas totalmente distinto a la temática sangrienta y oriental que proporcionaba dicho remake. Pensado desde una visión general al público más infantil en el terreno de los videojuegos, ‘Juju’ nos sitúa en el género de los plataformas para otorgarnos una experiencia llena de color, entretenimiento y diversión extra para los más pequeños de la casa.
Plataforma: PC
Género: Plataformas
Desarrollador: Flying Wild Hog
Distribuidor: Flying Wild Hog
Fecha de lanzamiento: 10 de diciembre de 2014
Idioma: Totalmente en español
Precio: 19,99€ versión normal, 27,99€ versión deluxe con BSO y Artbook incluidos
Bebiendo de lo clásico
Juju es un panda que mientras está jugando con su amigo Peyo observa cómo su padre marcha de forma muy sigilosa a algún lugar. Dispuestos a desenmascarar los planes de su padre, Juju y Peyo persiguen a éste hasta llegar a un peligroso lugar donde por un fallo de nuestro protagonista, su padre es secuestrado y nuestros dos protagonistas deberán embarcarse en esta aventura para rescatarlo. Una aventura que ofrece variedad reciclada de otros juegos de donde se ven claramente las influencias con estar unos minutos en el papel del jugador.
La vieja escuela otorga sus pequeños brochazos a un título donde la presencia de la saga ‘Donkey Kong’ se hace notable cada vez más, en especial de la entrega ‘Donkey Kong Returns’. Su frenetismo, zonas secretas, lanzamiento desde barriles de nuestro personaje, o la ruleta de premios al final de cada nivel hacen que el juego dote de un particular estilo artístico, pero ni mucho menos en lo jugable por el recuerdo a la saga nombrada anteriormente. No hace falta ser un mago para darse cuenta de donde emana su poder ‘Juju’.
El segundo videojuego de Flying Wild Hog otorga una mecánica de juego simple y directa, sin demasiados problemas a la hora de manejarlo correctamente, y estratégicamente dedicado al público más infantil. Bien es cierto que sus primeros problemas para la gente más madura llegarán nada más empezar, pues su primer mundo resulta tedioso, aburrido y con apenas variación entre los niveles que satisfagan al consumidor, algo que irá cambiando a mejor e incluso exigirá tener más habilidad para hacer correctamente saltos calculados y no morir en el intento de avanzar por sus coloridos niveles. Esto sin duda es una razón de más para que el modo multijugador -que se puede activar en cualquier momento- sea más común cuando el público más infantil sea el principal jugador, aunque si por el contrario se quiere jugar una sola persona y la habilidad no permite seguir avanzando, el jugador puede activar el modo fácil tras morir varias veces en un mismo nivel o localización.
Sus niveles, más allá de resultar sugerentes en el aspecto gráfico, no ayudan a colaborar en indagar y completar la variación que ofrece el nivel bonus del juego. En este nivel bonus deberemos recoger los ítem en un mínimo de tiempo, ayudados por una propulsión que nos ofrecerá un apoyo extra. Más allá de la sensación de completar absolutamente todo en el juego, no da mucha más satisfacción debido a su escasez de recompensas y, por supuesto, a su nada variante puesta en escena que resulta tediosa y aburrida de completar.
En definitiva, el terreno de la jugabilidad innova poco y, aunque no aburre, tampoco divierte todo lo que debería. Dentro de un margen y tolerando varios errores en su mecánica, ‘Juju’ puede resultar agradable de jugar aunque su duración sea escasa y acabemos esta aventura en poco más de cuatro o cinco horas.
Inocente y preciso apartado técnico
‘Juju’ utiliza en su apartado gráfico el motor Unreal Engine para ofrecernos dedicación y un buen uso a la hora de diseñar tanto a los personajes como los escenarios por donde se moverán. En sus cuatro mundos observaremos diferentes temáticas que irán acompañados de un colorido atractivo, que entra por los ojos y que en ningún momento molesta, pero que por el contrario puede llegar a saturar, ya que dentro del propio mundo -en los escenarios en sí- la variación resulta escasa y contemplaremos la misma puesta en escena durante dichas misiones. En su puesta en escena hay además ciertos elementos que resultan vistosos y atractivos, grandes obstáculos que superar o mismamente los jefes finales que están hechos con dedicación, cuidando perfectamente cada animación otorgada por este, donde resulta más sorprendente el pulpo que podéis ver en la parte superior de este apartado. Aun así, retrata perfectamente la felicidad e inocencia que debería plasmar un título algo infantil en el apartado gráfico.
En el apartado sonoro encontramos algo bastante sencillo para lo que podía haber sido ‘Juju’. Bien es cierto que cumple con su cometido de ir acorde a la puesta en escena del apartado gráfico, con melodías joviales y pegadizas, pero con el gran error de caer en una espiral de repetición, haciendo así que el jugador más experimentado se sienta atronado por las mismas canciones -o inmensamente parecidas- una y otra vez. Los efectos de sonido son correctos sin más; nos encontraremos ante sonidos demasiado comunes y que no sorprenderán en absoluto, pero tampoco desagradarán.
Conclusiones
Observando unos minutos la mecánica de ‘Juju’, podemos entrever gestos que recuerdan a títulos añejos y luego una segunda capa donde se esconde la esencia de la saga ‘Donkey Kong’ y todo lo que esta conlleva. Bien es cierto que ni ‘Donkey Kong’ es ‘Juju’, ni ‘Juju’ es ‘Donkey Kong’ por la simple diferencia de que juegan en divisiones distintas; mientras uno ofrece en la mayoría de sus juegos una diversión y duración considerables, ‘Juju’ palidece ante dichas características haciendo del título de Flying Wild Hog un juego entretenido sin más.
La puesta en escena resulta atractiva y se podría decir que es el punto fuerte del juego junto a su capacidad de actuar como juego familiar, donde el modo multijugador puede hacer las delicias de los más pequeños al jugar en familia a un título que cumple en el terreno de las plataformas con saltos medidos, enfrentamientos contra jefes finales y un colorido dedicado para un público en especial: el infantil.
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